Al nacer empezamos a envejecer, desde la tercera década empezamos a notar esos cambios en nuestro rostro y cuerpo que resultan poco agradables, pero…. se puede evitar o enlentecer este deterioro?
Esta inquietud surge a veces por la cercanía de un evento social o un reencuentro con viejos amigos o conocidos , y hace que las mujeres y cada vez más hombres, busquemos en algún momento una opción rápida, en uno de los tantos santuarios de juventud y belleza que se ofrecen en super oferta en todos los medios, porque el mercado consciente de esta tendencia nos abre opciones desde charlatanes hasta centros médicos de buena solvencia científica, en suma múltiples y variadas opciones de maquillajes, cosméticos, camuflajes, toques mágicos, puntuales reparaciones (arrugas o surcos) y hasta un estiramiento extremo, todo para cambiar y vernos mejor .
Olvidamos que el rostro, y en general nuestra piel es el resultado de nuestro estilo de vida y de todos los procesos interiores metabólicos, físicos y hasta mentales que enfrentó nuestro cuerpo. Que las emociones marcan nuestra cara y las carencias (nutricionales, actividad física, etc. ) o los excesos (sol, tabaco, alcohol, stress, etc.) van deteriorándonos y modificándonos. Que las hormonas y demás elementos vitales como las ceramidas, ácido hialurónico, colágeno, elastina. etc. están en paulatino declive y que ingestas o reposiciones puntuales, sí pueden ayudar, pero no permiten trabajar en tu global restauración. El mantenimiento de la belleza, la lozanía y la recuperación funcional de nuestro cuerpo y rostro, requieren una mirada amplia que trabajando en la restauración del equilibrio endocrino funcional, recupere esos preciosos elementos colágeno, ceramidas, etc.
En la actualidad la Dermatología Estética y la Medicina Anti-aging poseen procedimientos realmente seguros, interesantes y de positivo y verdadero impacto que pueden globalmente mejorar tu aspecto. Luego de reparar las habilidades protectoras del manto lipídico cutáneo, generando turgencia y luminosidad, se puede reposicionar nuestros tejidos con procedimientos mínimamente invasivos un “soft lift”, que recupere tu belleza e incluso nos permita adicionar algunos sutiles rasgos estéticos que nos hagan ver aún mejor. Pero es imprescindible, recuperar en todo tu cuerpo salud, funcionalidad, lozanía, simetría y todo esto sin cambios extremos que causen extrañeza, o pongan en riesgo nuestro bienestar y en cambio nos permitan redescubrirnos, restaurarnos y satisfactoriamente obtener la preservación de la belleza, pero sobre todo inmersas en vitalidad funcional y salud.
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