Ablación Laser
La ablación láser en general es un procedimiento que se usa para destruir los tejidos mediante la irradiación con un rayo láser. Esta fuente extraordinaria de calentamiento radiante puede provocar la vaporización tisular, efecto de gran utilidad en cirugía dermatológica.
Cuando el flujo de radiación es bajo, la superficie se calienta al absorber la energía de los fotones del rayo y el tejido se evapora. Cuando el flujo de radiación es muy intenso, usualmente, el material se transforma en un plasma.
Por tanto es importantísimo calcular y medir la profundidad de penetración de la radiación láser para resecar y coagular tejidos, estas propiedades son extraordinariamente útiles para destruir tejidos patológicos, en los cuales la reparación cicatrizal será mucho más rápida, que con cualquier otro método.
El láser se aplica sobre el área a tratar generando una sensación de calor tolerable y controlada. Se realiza por sesiones o en única sesión de acuerdo a la evaluación dermatológica.
Es también útil con los hemangiomas vasculares, al disparar en una lesión vascular, destruyendo los vasos, corrigiendo el defecto sin afectar a tejidos o estructuras cercanas.
Los nevus flammeus, pigmentosus o verrucosos pueden beneficiarse de un tratamiento combinado en los que participa el láser como herramienta eficaz, así como al reducir cicatrices y arrugas superficiales en el dorso de las manos, (mejorar notablemente la textura y tono de la piel) reducir léntigos y lesiones pigmentadas.